Guasones tiene el segundo mejor rendimiento goleador en la serie junior de la Liga San José: 32 anotaciones en 10 fechas, apenas uno menos que Boedo, el puntero. Si hubiera que identificar una fórmula para sostener esta marca, tendría tres pilares: variantes ofensivas, un plantel nutrido y un camarín con buen ambiente, sin egos inútiles. El segundo y el tercer pilar están cumplidos. «El equipo es un grupo de amigos que se conoce hace mucho. Jugamos juntos hace siete años y podríamos estar perfectamente sin técnico, nos conocemos casi de memoria», dice Matías Hurtado, el dueño de las pelotas detenidas.
Carlos Morales está lesionado y se hizo cargo del equipo mientras dure su recuperación. Cuenta que de 30 inscritos en el torneo, están llegando al menos 21 jugadores a cada partido. «Eso habla de compromiso y nos permite mantener la calidad ofensiva. Si falta uno, otro puede asumir su tarea», explica y agrega que el primer pilar es buscar siempre al eje de atacantes, conformado por Sebastián Nazal y Vicente Catalán. Nazal, de hecho, ha convertido 12 de los 32 goles del equipo. Se define como un jugador con mucha potencia, «peleador, bueno para el choque y con gol. A lo Diego Costa. Se me da fácil el gol, sé girar muy rápido, pero hago los más difíciles y me cuestan los más fáciles». Las variantes para encontrar a Nazal, un gigantón de un metro 85, son numerosas. La más efectiva es el contragolpe. Luego viene el ataque por las bandas, porque los volantes Juan Sebastián Darquea y Aldo Núñez son veloces por las orillas y además sacan buenos centros. ¿Pases en profundidad? También tienen. De hecho, Hurtado cumple esa labor con precisión. Para completar la fórmula, el juego asociado con Rodrigo Pérez, el «10» del equipo, también funciona de maravillas, y cuando no es Nazal, Benjamín de la Barra y Constantino Zazzali aparecen con sus goles. Parece sencillo, pero son más de siete años de trabajo, de fútbol y de construir confianzas.