“Estábamos en pleno partido frente a Colón. En ese momento íbamos ganando 2-0 y pensaba que tenía que buscar la forma de detener el penal porque si ellos descontaban se nos venían arriba. Si el penal se convertía en gol eso les iba a dar un envión anímico – y con el descuento – seguramente buscarían el empate. Antes del penal siempre tengo decidido donde me voy a lanzar. En la jugada específica del penal, el jugador de Colón pateó con mucha fuerza y pude detener el tiro ya que llegué con la punta de los dedos.
El último tiempo he tenido muchos momentos difíciles. En instantes felices como el del sábado, cuando detuve el penal, siempre pienso primero en mi papá y en mi mamá, estoy muy agradecido de ellos; además de mis hermanos y en mi polola, y también pienso mucho en mis compañeros de Carnaval que me han acompañado en todo últimamente».